Es muy común en mi, que la última semana de cada año la aproveche al máximo para hacer una especie de evaluación de los últimos 12 meses que están por terminar, y el nuevo que está por llegar; y esta vez no ha sido la excepción.
Este 2016 ha sido un año de muchas alegrías, logros, metas cumplidas, satisfacciones; y sobre todo, de decisiones que han traído muchas bendiciones a mi vida.
También ha sido un año en el que llegó una enorme sacudida en mi vida, que de pronto sucedió; de esas cosas que no te esperas que sucedan; pero que con la ayuda de Dios superaremos: La salud de mi mamá.
Y te comparto todo esto, porque a raíz de esta desagradable sorpresa, es que más valoro tener la libertad de trabajar desde casa. Gracias a Dios y a esta maravillosa oportunidad que nos ofrece TLC (Total Life Changes), es que tuve la gran ventaja de acompañar a mi mami en su operación y todos los días que estuvo hospitalizada; he podido estar al pendiente de su recuperación, estar con ella y apoyarla al máximo.
Estando en el hospital, pude vivir de cerca las limitaciones que un empleo te da, al ver a personas que llegaban a visitar a sus enfermitos de prisa porque tenían que regresar a la oficina, porque estaban en su hora de comida, o porque "el jefe" les permitió solamente por un momento ausentarse del trabajo.
Conozco esa desesperación y frustración de querer partirse en 2, para que una parte vaya a la oficina y la otra pueda quedarse en el hospital cerca de sus seres queridos; años atrás lo viví, cuando era empleada, y es horrible sentirse así.
Afortunadamente, esta vez ha sido totalmente diferente. Esta sensación de tranquilidad, de saber que podría disponer de mi tiempo para estar al lado de mi mami y de la familia, no tiene precio.
Me siento bendecida de no tener que depender de que "un jefe" me indique si puedo o no disponer de mi tiempo. Me siento bendecida de que mi negocio internacional va a donde voy yo. Me siento bendecida de tener la libertad para disponer de mi tiempo y compartirlo con quien yo decida y cuando lo decida, sin tener la enorme preocupación de dejar de ganar un sueldo. Por esto y mucho más, me siento muy bendecida este 2016; y sé que con la ayuda de Dios, este 2017 será un año sensacional.
Y tú, ¿también eres libre? ¿Puedes al igual que yo disponer de tu tiempo? Si tu respuesta es si, te felicito.
Si por el contrario, a ti te gustaría, o anhelas libertad en tu vida; te invito a que te unas a mi equipo HOY MISMO. Nuestra próxima meta es BENDECIR A 1000 FAMILIAS con esta maravillosa oportunidad, y nada me daría más gusto, que una de ellas fuese la tuya.
No te estoy pidiendo que renuncies ahora a tu empleo actual, simplemente te invito, a que te des la oportunidad de iniciar tu propio negocio, que podrás desarrollar en tus ratos libres, sin descuidad a tu familia, trabajo; y que podrás desarrollar desde tu hogar o desde cualquier lugar donde te encuentres. Y así, llegará el día en que al igual que yo, y como muchas personas en el mundo; puedas ser libre...
...Libre económicamente, libre de deudas, libre de decidir qué hacer con tu tiempo y con quien compartirlo, libre de decidir que platillo pedir en el restaurante, libre de decidir el lugar y el número de días de las vacaciones para ti y tu familia, libre de decidir la ropa y zapatos que usarás, libre de ayudar a otras personas o causas, y un largo etcétera.
Te mereces vivir para disfrutar la vida, no para trabajar. Recuerda, nadie en su lecho de muerte ha pedido 10 minutos más de vida para regresar a la oficina.
Bendiciones abundantes para ti y tu familia este 2017.
Un abrazote, les quiero harto.